MATEOS, JOSÉ. CANCIONES (1998-2000)

MATEOS, JOSÉ. CANCIONES (1998-2000)

               La mayoría de los poemarios de José Mateos presenta una estructura similar donde el pétalo del verso se abre de par en par con un poema introductorio y se cierra con un epílogo final. Esa forma circular de redondear sus libros le otorga un soniquete particular, pero, a pesar del título, Canciones se mueve con mayor soltura en el entramado mundo de la comunicación que en el de la música. El poeta dialoga, con el corazón a flor de papel, con la muerte y con su padre.

El endecasílabo con el que empieza va dando paso a un octosílabo que se impregna de una mayor ternura y flexibilidad.

El niño que aún vive en la memoria aparece como ese fantasma que acude puntual a la cita de la nostalgia. La geografía gaditana se esboza en estas palabras como una manera sutil de repasar el pasado donde el mar cumple dos funciones: por un lado, sus olas traen a la orilla el cuerpo empapado de la infancia por las playas del Puerto de Santa María y de otro, se hace eco de la muerte al modo clásico de Jorge Manrique.

José Mateos se busca a sí mismo entre estas páginas y pretende rememorar la imagen de su padre como un modo eficaz de mantenerlo con vida en el recuerdo, como una forma de seguir anclado en una conversación pendiente con él. Parece decirle que no se vaya, que aún no hemos terminado de hablar. La muerte, al fin y al cabo, es un sueño que no nos deja despertar.