ANÁLISIS DE MONEDAS DE PAPEL, DE ALEJANDRO PÉREZ GUILLÉN, ESCRITO POR ANTONIO ANASAGASTI VALDERRAMA

ANÁLISIS DE MONEDAS DE PAPEL, DE ALEJANDRO PÉREZ GUILLÉN, ESCRITO POR ANTONIO ANASAGASTI VALDERRAMA

Antes de comentar el magnífico libro de Alejandro Pérez Guillén titulado Monedas de papel, quisiera acercaros la personalidad del autor.

Alejandro es un activista cultural. ¿Quién es capaz de renunciar a la playa o a un viaje, quizás al extranjero, durante las vacaciones, a cambio de montar talleres de escritura por toda la geografía de la provincia de Cádiz? Yo, por supuesto, que no, pero Alejandro sí. Alejandro tiene tan claro lo que quiere hacer en su vida y es dedicarse plenamente a su vocación: la literatura.

Ese empeño tiene dos manifestaciones. La primera, la cuasi religiosa, que consiste en enseñar al que no sabe, como si estuviera cumpliendo la famosa buenaventuranza, cuando lo vemos montando talleres de lectura, para gente de cualquier edad, compartiendo sus conocimientos de filólogo, aunque no le paguen por ello. Para mí es la vertiente más importante, si no tuviéramos lectores, este acto sobraría. Y la segunda, la más festiva, la que celebramos hoy, su creación poética, que se traduce en este su tercer libro, tras Entrevista con la palabra y Sueños de hadas sin hada madrina.

En Benalup, todo lo que huela a cultura, es sinónimo de Alejandro. Consigue, por ejemplo, que casi todas las mujeres del pueblo dejen de preparar las cenas a sus maridos y se liberen, por unas horas, cuando hay un acto cultural que, por supuesto, lo organiza él. Es el alma Mater de la cultura en Benalup. No es extraño que llegue a convocar hasta 300 personas, en el auditorio del pueblo, en una presentación de un libro. Algo inconcebible en Cádiz, que aspira a ser la capital cultural de la provincia.

Alejandro es, además, codirector de la revista Parthenón o Las ruinas de la palabra y asiduo comentarista en el periódico La Janda Información.

Como persona, Alejandro tiene un corazón de oro. Pongo como ejemplo que la segunda vez que lo vi ambos presentábamos sendos libros de poesía, a la misma hora y a escasos metros, él en La Asociación de la Prensa y yo en el Ateneo. Disputábamos la misma audiencia. Y esa circunstancia, en vez de ser un motivo de pugna, fue todo lo contrario, creó una complicidad y una amistad que ha ido creciendo poco a poco.

En cuanto a este poemario, Monedas de papel es un libro muy melódico y de gran musicalidad. El hilo argumental, lo que engarza todos sus poemas, es el tiempo, con sus dos vertientes: la realidad y los sueños. Se estructura en dos partes, más una presentación y un epílogo. En la presentación, él mismo, tal espejo, se refleja como un escritor abatido por la vida que necesita escribir como terapia, porque escribir es como un sueño, es como contar mentiras y eso nos libera de la realidad.

Su excelente primera parte “Corazones habitados” está compuesta de poemas de amor y de ausencias. El poeta necesita amar porque, como él dice: “el amor emerge como antídoto ante tanta locura”. Por amor está dispuesto a empaparse hasta los huesos. Sin el amor viviría como si estuviese suicidándose lentamente. Se siente desafortunado, porque ha amado y no ha retenido ese amor y el recuerdo de ese tiempo feliz es lo que lo atormenta. Reniega la paz de estar solo. “De nada sirve bajar las persianas sin dos bocas que se besen”, diría.

En Atlas, un bellísimo poema, manifiesta el miedo que padece cuando disfruta del amor, porque quiere que éste sea el amor definitivo, ya que está cansado y lo cito textualmente de: “tirar puertas y puertas al suelo”.

En la segunda parte Insomnios refleja sus miedos por el paso del tiempo, porque ya no es capaz de volver al pasado y ve que muchos de sus sueños se le han escapado. En estos poemas hay muchas referencias a la infancia. En su excelente poema Butacas vacías su pesadilla es verse como el protagonista de una película muda que va corriendo y nadie lo observa, porque todas las butacas están vacías.

Finalmente, en el epílogo del libro, podemos leer un diálogo amoroso alrededor del cuerpo y el alma, que está cargado de misticismo, como un auto sacramental, pero a diferencia de ellos en el que el alma siempre ganaría, aquí vencen los cuerpos de los dos amantes. Como diría en el mismo poema: “Dame tu cuerpo, amor, que el alma esperará en el infierno”.

En definitiva, un gran libro que recomiendo que leáis.