PLATERO Y SU ESCAPADA POR EL BOSQUE

PLATERO Y SU ESCAPADA POR EL BOSQUE

Versión realizada por alumnos de Puerto Serrano basada en la inmortal obra de Juan Ramón Jiménez Platero y yo

Platero paseaba por el prado, cerca de un bosque y decide internarse en él. Sigue las huellas de un sendero olisqueando flores que nunca había visto hasta que se detiene después de escuchar un ruido a su espalda. Se da media vuelta y se enfrenta cara a cara con un lobo hambriento que lo mira fijamente. Era un lobo flaco, pues se podían distinguir con facilidad sus costillas y un hilito de saliva resbalaba bajo sus dientes feroces y fuertes. El burro no despega sus ojos negros de los ojos rojos del lobo hasta que éste se abalanza sobre aquel con la mala fortuna de que Platero suelta una coz que impacta con el malvado animal y huye despavorido.
Platero intenta controlar su miedo recostándose bajo la sombra de una encina. Se tranquiliza un poco y se encuentra con un zorro, amigo del lobo, que le ha contado que ha visto a un burro blanco y que, si lo ve, que con su astucia lo lleve hacia él. El zorro se hace amigo del burro y lo conduce por un desvío hacia la cueva del lobo. Cruzan un río y un sendero que no le son nada familiares a Platero, así que éste empieza a desconfiar. Rebuzna con todas sus fuerzas con el deseo de que alguien lo escuche y acuda en su ayuda. La suerte se alió con el burro, pues en esos momentos pasaba por allí un cazador que mató al zorro y al lobo. Platero pudo por fin regresar a su casa donde Juan Ramón lo recibió con los brazos abiertos.