RUIZ MATA, JOSÉ. INDECISO ABRIL

RUIZ MATA, JOSÉ. INDECISO ABRIL

               Pilar Paz Pasamar decía una vez en una entrevista que lo verdaderamente difícil en la vida no era el camino que uno tomaba, sino el momento de decidir. Tarde o temprano uno llega a una encrucijada y no tiene más remedio que barajar las cartas hasta quedarse con una sola. Así es la condición humana y ese es el tipo de novela que pretende dibujar en el papel José Ruiz Mata. Una novela que aborda la realidad con los mismos ingredientes que la literatura.
               Indeciso abril arranca con el deseo de unos padres por llevar a su hija a una escuela de flamenco regida por Manuel Quintana, una promesa del baile que se truncó por culpa de un accidente, de la cicatriz invisible de una cojera que oculta el miedo al fracaso. La profesora de baile responde al nombre de Carmen, de esa mujer fatal que porta la manzana de las tentaciones. El protagonista siempre ha sido fiel a su mujer y, en cambio, sucumbe ante el anzuelo de la carne. A partir de este momento se abren varias vías de escape, el recurso del paralelismo camina a sus anchas. Mientras su matrimonio parece seguir el curso normal de todos los días, su mente empieza a maquinar excusas para ver a su amante. El paralelismo da una vuelta de tuerca más a la historia encarnado en la infidelidad de un amigo del protagonista. Es el engaño en una fase más avanzada como si esta novela pudiera ser escrita en tres dimensiones. Paco Roldán despeña su matrimonio por mor de estas aventuras.
               El personaje principal se deja arrastrar por la corriente imparable del sexo, pero comienza a verle las orejas al lobo. El placer de refugiarse en unas faldas más jóvenes se enfrenta al miedo a perder ese estatus de comodidad que propicia toda una vida entregada al hogar y a la familia. Taparse los ojos con la venda del amor no le impide contemplar con cierta nitidez el riesgo de quedarse sin nada.
               Indeciso abril reproduce todos los tópicos de la primavera hasta el punto de superarlos con la introducción de una trama que corre paralela al amor. El protagonista es miembro de una cofradía religiosa y tiene que lidiar con las altas esferas de la Iglesia. La visión popular y lúdica de la Semana Santa ha de luchar contra la concepción más pura del mensaje de Cristo.
               Todos estos ingredientes encuentran un marco ideal en la ciudad de Jerez por dos motivos principales: en primer lugar, porque el novelista conoce al detalle la ciudad y de otro, porque la religiosidad y el flamenco se mecen con naturalidad en este escenario.
               José Ruiz Mata es un sastre que teje con maestría los hilos de un argumento que trata más que nada de la psicología de unos personajes que presentan las mismas dudas de cualquier humano. Es la vida la fuente principal en la que moja su pluma, es el material más apropiado para hacer reflexionar al lector.