26 Oct ROMERO BAREA, JOSÉ MARÍA. UN MÍNIMO DE RACIONALIDAD, UN MÁXIMO DE ESPERANZA
UN MÍNIMO DE RACIONALIDAD, UN MÁXIMO DE ESPERANZA, JOSÉ DE MARÍA ROMERO BAREA
La vida es un pequeño paréntesis en el que se encierran las palabras con el desmesurado afán de engañar al tiempo. A veces uno se encuentra dentro sin más escapatoria que la memoria. En otras ocasiones los hechos son contemplados desde la distancia. La vida es el ejercicio estéril de deshojar una margarita, un carpe diem vegetal que, a modo de poema, se derrama en cada pétalo. La poesía es un modo de conciliarse consigo mismo, de convocar a los fantasmas en el papel, de recuperar el instante en el instante en que se acaba.
José de María Romero Barea retoma el pulso de la infancia, navega por las arterias de las horas con ese reloj de arena que cae sobre los hombros, con ese equipaje a cuestas que nos acompaña en cada viaje, en esa travesía propia a la que llegamos para conocernos a fondo. Uno lee para ampliar el mundo que tiene ante los ojos y escribe para buscarse en el trasfondo de los versos, como ese desordenado espejo de palabras ante el que uno se desnuda y recompone cada una de sus piezas.
La vida es un diálogo del autor con su pasado, es una cita del hombre con su alter ego, es una estética hacia la entrega en la que el amor nos rescata del abismo, nos ofrece su mano para que no caigamos al vacío. Es un silencio de contradicciones que lanza sus redes hacia el diálogo. “El sol me atravesó por vez / primera (hasta entonces / el sol / se había paseado / por mi piel)”.
Un mínimo de racionalidad, un máximo de esperanza nos ayuda a sobrevivir en el desfiladero de la duda, nos enseña a caminar con los dedos llenos de miedo, con las manos cargadas de ausencias. Un mínimo de racionalidad, un máximo de esperanza es una llamada a la puerta del destino. Y alguien que deja entreabierta la sonrisa, la cubre de adjetivos y de abrazos.
RESEÑA PUBLICADA EN LA REVISTA CARAVANSARI, NÚMERO 6, MAYO DE 2016