ENTREVISTA REALIZADA POR ALEJANDRO PÉREZ GUILLÉN A EVA MARÍA MÁRQUEZ ROLDÁN

ENTREVISTA REALIZADA POR ALEJANDRO PÉREZ GUILLÉN A EVA MARÍA MÁRQUEZ ROLDÁN

ENTREVISTA A EVA MARÍA MÁRQUEZ ROLDÁN

 

1.- Naciste en Cádiz. Apenas unos meses. Apenas sin recuerdos. Muy pronto te trasladaste a otro lugar, antes de que la memoria poblara tus recuerdos. ¿Cómo puedes explicar que te sientas tan gaditana?

Cierto, y es una pregunta que me he hecho muchas veces, porque la conexión con mi tierra es muy profunda, hasta el punto de emocionarme cada vez que cruzo el puente de Carranza. Recuerdo de pequeña cómo en el coche cantábamos coplas del carnaval para celebrar que  entrábamos en Cádiz. Al final todo tiene un sentido. Lo que nos transmiten en la infancia tiene un calado más profundo de lo que creemos. Mis padres me han transmitido este amor por mi tierra, por mis orígenes.

2.- Fuiste una persona socialmente tímida. Un mar de dudas y de ganas. ¿Qué ventajas encuentras en esa niña que se refugiaba en el silencio? ¿Habrías cambiado de forma de ser si hubieras podido?

La timidez es miedo, y el miedo sin amenaza real, tampoco ayuda. Me habría gustado sufrir menos mi timidez, porque es cierto que se sufre, cuando quieres hablar en público y te tiembla hasta el alma. Hoy en día veo a mis hijas tan desenvueltas para todo, y pienso, no van a sufrir la timidez.

Aún así, cuando una persona es callada, aprende a escuchar y a observar. Soy muy observadora, dos cualidades que me ayudan en mi relación con los demás. Hoy en día no soy casi nada tímida. Hablo en público con tranquilidad. Es mi trabajo diario y lo disfruto. Aunque aún tengo huella de mi niña interior, y hay situaciones que me ruborizan.

3.- Corre por tu sangre una sensibilidad tan acusada que vives con el corazón en la mano, a punto de saltar en cualquier momento. En una sociedad invadida por el vértigo, pareces caminar en sentido contrario. Se imponen las prisas. Se supeditan todas las acciones a un beneficio práctico. Sin embargo, tú luchas por ser cada día más humana. Por darle voz a los sentimientos. Por definirlos como una fortaleza. Como sentir en las mejillas el viento que arranca cada mañana. Me has enseñado que mostrarse vulnerable no es el camino más rápido para la herida, sino el sendero más sencillo para anidar en el pecho de la gente. ¿Nunca te has planteado una vida más tranquila?

Me gusta como soy. Ser sensible me hace sentir la vida con todos los sentidos, emocionarme desde dentro. No creo que sea un signo de debilidad, al contrario, creo que es una maravilla poder vivir con los poros abiertos. Ya está mi razón para esquivar todo aquello que sé que me va a dañar. Por eso no enciendo la tele. Intento protegerme de tanto dolor.

4.- Es curioso como una persona aparentemente introvertida se abre para dar lo mejor de sí. Me llama la atención esa metáfora del miedo como una cortina que descorres con los dedos para que entre la luz. A pesar de las circunstancias, siempre ha prevalecido el riesgo, el gesto cotidiano de la valentía. ¿Podrías detallar el proceso que has vivido desde la infancia hasta la actualidad?

El motor de mi cambio han sido mis ganas de superarme a mí misma y la pasión por dar clases y por ayudar. O me enfrentaba a mis miedos o tenía que dejar aparcado mi vocación, mi sueño, y soy cabezota, cuando quiero algo, lo persigo.

El proceso ha sido gradual, enfrentándome a situaciones comprometidas, sufriendo hasta el punto de que me temblaran las manos, me palpitara el pecho, me pusiera roja como un tomate…Todo el proceso biológico del miedo. ¡Un horror sufrirlo!

Al final, es enfrentarlo y ver que no ocurre nada. En ese proceso vas ganando en seguridad y en confianza. Es real, por si alguien me lee y anda en el mismo problema. Os puedo decir que es posible. ¡Ánimo!

5.- Eres una persona muy familiar. Eres muy activa y, sin embargo, no dejas de lado lo realmente sustancial. Sabes darle prioridad a lo que tiene importancia. ¿Qué supone la familia para el crecimiento personal de un ser humano? ¿Con qué te quedas de tus padres?

La familia lo es todo. Es nuestro referente más cercano. La familia te nutre o te daña.

Las circunstancias que rodeen a la familia también por supuesto. No es lo mismo vivir en un país en guerra que en nuestro país, ni vivir en el seno de una familia desestructurada que sin problemas graves.

La familia de origen te transmite valores, creencias, además de acompañarte en el proceso de crecimiento y de maduración. Los afectos son imprescindibles para querernos a nosotros mismos, valorarnos y del mismo modo darnos a los demás.

He tenido la suerte de vivir en una familia organizada, sin problemas, y con mucho amor. Me quedo con el tiempo que me han dedicado. Son dos buenas personas: trabajadoras, amorosas y generosas. Han sido buenos modelos mis padres. Me quedo con lo bueno, y perdono los fallos. Nadie nace perfecto.

6.- Tienes una relación muy estrecha con tu hermano. Esa circunstancia te permite ser franca, lanzarle la verdad a la cara. Sin rencores. Con cariño. No requiere necesariamente que estéis de acuerdo. Os salva siempre el respeto, la admiración mutua. Cuéntanos una anécdota que pueda definir por sí misma ese amor filial tan hermoso. Sin rivalidades. Con la mascarilla transparente de la complicidad.

Mi padre nos decía: he tenido solo dos hijos, porque quiero que os llevéis bien, que os ayudéis y os cuidéis. Este mensaje estaba permanente en casa si nos veían en alguna pelea de hermanos.

Anécdotas de complicidad hay muchas, algunas no se pueden contar, jajaja… Forman parte de nuestra intimidad.

Mi hermano y yo sabemos respetarnos, sabemos cómo somos. Somos independientes, bastante emprendedores para buscar soluciones y salir de los momentos complicados. Nos hemos ayudado en los momentos difíciles. He tenido a mi hermano para escucharme, apoyarme y aconsejarme. Aunque he sido la hermana mayor, nunca he ejercido como tal.

Mis padres se han encargado de que no exista rivalidad, sino amor.

7.- Has vivido en diferentes ciudades: Cádiz, Madrid, Barcelona, Sevilla… ¿Qué significa para ti el viaje? ¿Qué has dejado en cada uno de esos lugares? ¿Qué te has traído en la maleta?

Dicen que viajar te permite abrir la mente, pues conoces otras formas de vida. No he salido de España, pero han sido movimientos que de alguna forma me han hecho la persona que soy. No me asusta el cambio; al revés, creo que son oportunidades.

He dejado mi esencia. He sido y soy una persona que me abro, me entrego a las personas que me rodean. Los recuerdos más cercanos los tengo de Barcelona. Allí estuve 5 años donde me enamoré del padre de mi hija, me licencié y encontré mi primer empleo. Fue la primera vez que me enfrenté a vivir fuera de mi núcleo familiar, a los 21 años. Tengo muy buenos recuerdos de mi paso por Cataluña. Fui una andaluza acogida con respeto y cariño.

8.- La timidez no está reñida con el amor. Y el amor ha llegado a tu vida a fuego lento. A veces te ha quemado las manos. En otras has caminado contra corriente. Y, sin embargo, sigues creyendo en él. ¿Es el amor más poderoso que las decepciones?

Por supuesto, las decepciones duelen, el amor cura.  Lo repara todo, los daños, los recuerdos dolorosos, los errores, los rencores, el orgullo. Estoy convencida de que es la única arma necesaria para la vida. Con amor perdonamos, aceptamos los errores, nos sentimos en paz y nos acercamos a las personas.

9.- Desde pequeña has disfrutado entre fogones. Te has remangado las manos y le has ayudado a tu madre. Poco a poco has ido montando un taller de cocina que ha dado sus frutos y ha adquirido ese toque de originalidad. Un grupo de personas con discapacidad intelectual han descubierto con tu impulso que la vida independiente existe en todos los ámbitos. Le has enseñado desde el manejo del dinero, desde la soltura de introducirse en un supermercado, desde el miedo al fuego, desde el arrojo a experiencias nuevas. Con tus pasos cortos has contribuido a un mundo mejor. ¿Qué valoración extraes de esta iniciativa?

Es un proyecto que era muy necesario y que aún sigue vivo con las misma intensidad que comenzó, es decir, cocinando el sueño de demostrar la valía que tienen las personas con diversidad funcional, desarrollando capacidades para acercarlos al propósito de ser un puente para la vida independiente.

No es fácil. Se tienen que dar los apoyos en el ámbito familiar y, sobre todo, la confianza para permitirles que la experiencia siga viva en sus casas.

El confinamiento ha sido una oportunidad para traspasar esta barrera, pues hemos realizado todo un reto: hacer un taller on line. Han cocinado en casa solos y yo he estado de apoyo detrás de la pantalla por video-llamada. Seguimos avanzando y no vamos a parar.

10.- Siempre estás disponible. Siempre arrojas la vida con una sonrisa. Siempre buscas el lado amable al mundo. Me imagino que es fruto de tu personalidad, la misma que te invita a dedicarte de lleno a ayudar a la gente. ¿Cómo te gustaría que fuese la sociedad en la que vivimos?

Pues me gustaría que nos mirásemos más a los ojos, que nos escuchásemos más unos a otros, que desapareciera la competitividad, y nos uniera lo verdaderamente importante, la ayuda mutua.

De este modo nos sentiríamos más útiles, y todo funcionaría mucho mejor. Cuando hay amabilidad, respeto, ayuda, acercamiento, comprensión, los problemas son menos duros. Las personas necesitamos apoyos. Todos necesitamos sentirnos vistos, queridos, valorados. Nos necesitamos unos a otros. Sé que es una quimera, pero todo se contagia. Cada uno puede dejar su granito de arena, y tal vez nos llevemos la alegría de disfrutar de una gran playa. ¡jajaja!

11.- En tus sesiones de terapia pones en marcha tu capacidad para la escucha. ¿Qué elementos son indispensables para un terapeuta? ¿Qué errores son lo que cometemos generalmente sin darnos cuenta?

Es indispensable el trabajo personal del terapeuta. No puedes ayudar a otras personas si tienes temas en tu vida sin resolver, pues de alguna forma se filtran en tu escucha, en tu relación terapéutica.

Cada persona es única. Hay errores que tengo muy presentes, como el hecho de no enjuiciar a la persona que tengo delante. Cada persona tiene su mapa mental y su experiencia de vida. Yo me concentro en tratar de conocerla y de entender cómo funciona su mente, cómo interpreta su mundo.

Otro error es creernos expertos o transmitir esa imagen, o crear esa dependencia. Somos un apoyo, una ayuda puntual. Las herramientas las tiene la persona. Nuestra misión consiste en enseñarle a usarlas. A conocerse a sí mismo/a para entender el por qué de su sentir, de sus pensamientos o reacciones.

12.- Trabajas con familias, con adolescentes rebeldes, con hogares desestructurados. ¿Qué necesita hoy la juventud? ¿Cómo deben actuar hoy los padres?

La juventud necesita esperanza. Necesitan modelos que les den seguridad. Necesitan normas claras, límites, afecto incondicional, tiempo compartido en familia.

Los padres y madres de hoy lo tenemos más difícil. Trabajamos ambos y competimos con un mundo virtual que está al alcance de las manos sin filtro, y, como esponjas, lo asimilan todo. Pero no olvidemos que los adultos de mayor referencia están en su casa. Los valores que le transmitamos a nuestros hijos, las conversaciones que tengamos con ellos, el estilo de vida que observen a su alrededor, también van forjando sus vidas.

En mi caso soy madre trabajadora, separada y emprendedora. Les estoy transmitiendo que una persona puede luchar por sus sueños y crearse su propio empleo, que, si no eres feliz, te puedes separar y que la vida te da la oportunidad de conocer a otra persona, que no se acaba el mundo después de un desempleo, de un fracaso, de una separación. Todo depende de la actitud con la que vivamos.

Compartir sentimientos, llorar y reír juntos, pedir perdón, tener momentos de complicidad, abrazos y besos, son indispensables.

13.- Sé que llevas una vida reproducida en los diarios. La escritura ha sido para ti un modo de afrontar el día a día, una vía de escape para desconectar con tu timidez prematura, un modo de desenvolverte ante los latidos. ¿Qué conclusiones extraes cuando te confiesas ante el folio en blanco?

Que en la vida pasamos por muchas etapas. Que nada permanece eternamente, ni lo bueno ni lo malo. Que es necesario ese tiempo con uno mismo de confesión, de balance, ese parar, sentirnos, ver cómo va todo y si la vida que estás teniendo es elegida o te has dejado llevar por la corriente, por las circunstancias. He sido como una hoja al viento en muchos momentos. Ahora creo estar en mi barco y agarrada al timón.

Parar, respirar, sentir. Me gusta ojear, mirar atrás para darme cuenta de quién soy y cómo mi niña, mi adolescente y mi adulta van creciendo y aprendiendo. Las tres están en mí. No las conocía hasta que un día mi amigo Pablo en una cena entre risas y llantos, me las nombró. Me ha ayudado a entenderme en mis cambios y en mis distintas versiones. Las reconozco y las quiero a las tres.

14.- Uno le dedica la mayor parte del tiempo a su oficio. Hay que sentirse cómodos. Estar a gusto. A ser posible que tu profesión sea una herramienta más para que crezca la persona que hay en ti. Tú pones mucho cuerpo y mucha alma en el trabajo. La persona conquista al profesional. El profesional seduce a la persona. ¿Qué le dirías a aquellos que emprenden la tarea de adentrarse en el mundo laboral? ¿Qué te gusta hacer en tus momentos de ocio? ¿Por qué disfrutas tanto con lo que haces?

Les diría algo muy dicho ya: que a tu casa no llega el empleo, que la queja y el conformismo no ayudan y que está en ti, en tu dedicación, tu constancia, tu actitud. Que no dejen de formarse, de presentarse, de hacerse visibles en el ámbito laboral. Detrás de un gran profesional hay una gran persona. Que dejen ver a la persona que hay detrás, en una entrevista, mostrar el talento y sobre todo las ganas de darlo todo.

En mis momentos de ocio me gusta estar sin reloj, no programar, dejarme llevar por lo que me apetezca, estar cerca de mi familia, de mi gente querida, ver una película en el sofá, salir a comer, ir al campo, perderme en el mar, escribir, hacer fotos, bailar, hacer teatro, coger mi guitarra, cocinar, hacer manualidades, decorar y mover mi casa, jajaja… Disfruto con todo, la verdad. Agradezco y reconozco lo afortunada que soy. Es algo de lo que soy muy consciente.

15.- Como madre y mujer trabajadora, eres una persona muy dinámica. ¿Crees que es necesario desconectar de todo? ¿Cómo podemos llevar a cabo esa tarea aparentemente tan sencilla?

Sí. Es necesario desconectar. La mente es incansable, al menos la mía. No para de inventar y de recordar los asuntos pendientes y me agota.

Lo primero es reconocerlo, lo segundo darnos cuenta de que vamos en modo automático y poner autocontrol.

Planificar un tiempo para el descanso es necesario, la gestión del tiempo, y priorizar, sobre todo, lo urgente: la salud física y mental.

16.- Eres una mujer soñadora. Tu cerebro es una bomba de relojería. No deja de inventar planes. Es incapaz de permanecer quieta. ¿Crees que es fundamental también la pausa? Te has montado en ala delta. ¿Qué otros sueños tienen visos de convertirse en realidad?

Como he contestado antes, sí. La pausa es necesaria para administrar la energía. El problema es cuando disfrutas tanto con lo que haces. El tiempo vuela. Necesito más horas en el día, la verdad.

Mi sueño es ver a mis hijas con un futuro claro, con independencia y disfrutando de la vida. Viajar es otro sueño, con mis niñas y con mi pareja. Afortunadamente compartimos sueños, así que será posible. Comprarme mi casa y dejar de vivir de alquiler. Publicar un nuevo libro “El vuelo de mi mariposa” reflexiones poéticas…y paro ya, que no paro, jajaja…

17.- Como fruto de un trabajo de años, las recetas de tu taller de cocina han visto la luz en un libro. Tejiste más con el corazón que con las manos Cocinando sueños. Personas con discapacidad intelectual se han desenvuelto de maravilla entre sartenes. Han recetado amor y sonrisas. En primera instancia te metiste de lleno en el mundo de la autoedición. Ahora ha nacido otro libro de recetas y de ilusiones, Cocinando Sueños, bajo el amparo de la editorial Alfar. ¿Qué diferencias estableces en un libro y otro? ¿Qué semejanzas podemos ver los lectores?

La principal diferencia, sobre todo, es el nivel de autonomía con la que presentamos las recetas. En el segundo libro cocinan y presentan las recetas ellos. La elaboración de cada una de ellas en lectura fácil, la hemos hecho entre todos, atendiendo siempre al criterio de lenguaje claro, sencillo y directo. Y bueno que ahora tenemos una editorial que le da valor a nuestro trabajo. Aunque sí te tengo que reconocer que el primero siempre será el primero y no cambio esos 3 años de autoedición por nada del mundo. Ojalá y poco a poco se vaya haciendo más visible, que ese es el principal objetivo de nuestro libro.

18.- Tu primer trabajo fue en una juguetería. Empezaste a hablar con el dueño por casualidad y solo le hizo falta unos minutos contigo para ofrecerte el puesto. A veces el entusiasmo mueve voluntades y tus ganas siempre han estado de tu parte. Cambiabas el escaparate con frecuencia. Esbozabas un mundo de ensueño en ese cielo de cristal. Y el público acudía a su interior para contemplar las estrellas. Siempre has tenido un diálogo muy fluido con tu infancia. ¿Cómo ve el mundo esa niña con la que convives? ¿Qué te dice? ¿Qué le dice la mujer para que la convivencia sea posible?

Mi niña ve el mundo con asombro. No quiero dejar de asombrarme por nada. Quiero disfrutar de cada instante de mi vida, sentir, como dije más arriba, con todos los sentidos. La mujer y la niña se llevan de maravilla, ambas se cuidan y se enseñan. La mujer necesita la chispa de la niña, la ilusión y la energía. La niña necesita de la seguridad de la mujer, de la experiencia y de la templanza. Van de la mano, con la adolescente, que de vez en cuando sale haciendo la pava, la payasa y atreviéndose a lo desconocido.

19.- Eres madre. No consideras un síntoma de debilidad poner de manifiesto tus emociones. Así educas. Así amas. Así eres terriblemente humana. Tus hijas copian el modelo. ¿No es un riesgo prepararlas de ese modo para la vida? ¿Crees que desde la sensibilidad podemos construir una sociedad más sana?

Necesitamos educación emocional, reconocer cómo nos sentimos, darnos tiempo para volver a sentirnos bien, y aceptar todas las emociones que vamos sintiendo en cada momento: el miedo, la frustración, la decepción, el aburrimiento, la impotencia, la ilusión, el entusiasmo, la serenidad, la euforia… Son demasiadas para nombrarlas a todas, y, por supuesto, como emociones humanas, las sentimos todos.

La sensibilidad te ayuda a captar por todos los sentidos la realidad que nos envuelve. Luego hay que canalizarlo, claro, y poner barreras a lo que nos dañe.

20.- Eres una mujer romántica. Aunque estás en desacuerdo total con el romanticismo propio de la literatura y de las películas. No concibes el sufrimiento en ningún tipo de relación. Crees en un amor de entrega. En un amor para el disfrute. En un guiño cómplice entre las personas que se aman. En tejer un hogar de momentos compartidos. ¿Es posible tanta entrega? ¿Es posible tanta pasión? ¿Es posible un amor con los brazos abiertos? ¿Es posible un amor a pecho desnudo? ¿Sin escudos? ¿Con amor?

Pues el concepto del amor de pareja ha sufrido una evolución y un cambio en mí. Me he empapado del romanticismo de cuentos, películas y canciones. He sido una enamorada del amor, que ha sufrido por amor, por este tipo de amor irreal.

A mis 47 años y con mi experiencia, mantengo la pasión, la magia, y la entrega. He roto los esquemas del amor para toda la vida, o el amor de mi vida. Son expresiones que no ayudan a encajar la realidad.

A día de hoy soy y siento de una forma. Desconozco a la mujer que seré dentro de 20 años ni a la persona que necesitaré a mi lado. Prefiero vivir el momento, el día a día, con detalles, con cariño y con ilusión.

Gracias por hacerme esta entrevista tan completa, por regalarme tu tiempo y por permitirme navegar de nuevo en mi interior. A los lectores, si llegasteis hasta el final, asombrada y agradecida, espero que hayáis disfrutado tanto como yo.

Un abrazo

Eva